La escucha activa es un principio muy importante y difícil que lo encontramos dentro de la comunicación. Solemos confundir oír y escuchar. Pero, la diferencia está en que oír significa, percibir el sonido y escuchar supone entender, comprender, y dar sentido a lo que se oye.
Sina ve como una parte muy importante la comunicación entre la persona enferma y su cuidadora. Sin comunicación no es posible llegar al entendimiento ni a la comprensión y pueden surgir problemas incluso podemos hacer sentir mal a la persona a la que cuidamos.
A través de la escucha activa las cuidadoras de SINA desarrollamos, la empatía y el aprender a escuchar a la persona que cuidamos. Debemos captar el mensaje, prestar atención, discernir entre sus sentimientos, emociones y pensamientos para conseguir una interpretación real de lo que nos quieren transmitir.
Además, el avance de la enfermedad de Alzheimer afectará cada vez más a las capacidades comunicativas de la persona enferma. Por eso, la cuidadora deberá escuchar e interpretar los mensajes verbales y también los no verbales; Así como, expresiones faciales y lenguaje corporal.
Las habilidades de escucha activa son:
- Repetir la emisión de la persona, preguntando si es preciso.
- No llevar a cabo tareas mientras intenta escuchar o atender al enfermo.
- Nunca interrumpir la emisión de la persona, escuchar lo que quiere decirnos.
- Utilizar el contacto ocular y tacto (cójale la mano, asintiendo con la cabeza).
- Evita dar la espalda o murmullos, ya que transmiten desaprobación.
- Ser paciente y mantener la calma
Para finalizar, debemos evitar etiquetas es decir “no le entiendo” “no sabe que me quiere decir”. Las cuidadoras de SINA evitamos estas etiquetas, debido a que esto puede provocar falta de atención durante el proceso de comunicación. Debemos mantener una comunicación y actitud activa.
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